Ser madre después de los 35 años ya no es una rareza; cada vez más mujeres deciden iniciar la familia cuando ya han construido una carrera o una vida estable. Pero, ¿qué implica realmente? Aquí encontrarás la información práctica que te ayudará a vivir la maternidad con confianza.
El cuerpo cambia, pero la buena noticia es que la medicina avanza y brinda opciones seguras. Es clave comenzar con un control prenatal temprano. Tu médico revisará la presión arterial, el azúcar y la función tiroidea, ya que estas variables tienden a alterarse con la edad. También se hacen pruebas genéticas como la amniocentesis o el test de ADN fetal libre para detectar anomalías cromosómicas.
Otro punto importante es la alimentación. Prioriza proteínas, calcio, ácido fólico y hierro. Puede que necesites suplementos, pero siempre bajo supervisión médica. El ejercicio moderado, como caminar o nadar, ayuda a mantener el peso y reduce el riesgo de hipertensión gestacional.
Ser madre a los 40 implica equilibrar responsabilidades. No es raro sentir culpa por no poder dedicar tanto tiempo a la carrera o a los hijos mayores. Hablar con otras madres mayores, ya sea en grupos online o en tu comunidad, brinda perspectiva y aliento.
Tu familia también juega un rol esencial. Explica tus necesidades y pide ayuda con tareas cotidianas. Un plan de guardería flexible o la colaboración de la pareja pueden aliviar la carga. Recuerda que pedir apoyo no es señal de debilidad, sino de inteligencia.
Los niños de padres mayores a menudo crecen en entornos más estables económicamente y reciben más atención individual. Sin embargo, es importante planificar a largo plazo: considera seguros de vida, fondos educativos y la posibilidad de que tus padres necesiten cuidados en el futuro.
Si sientes ansiedad o depresión postparto, busca ayuda profesional. Los síntomas pueden intensificarse con la edad, pero los tratamientos son efectivos y la recuperación es posible.
En resumen, ser madre mayor trae desafíos únicos, pero también ventajas significativas: mayor madurez, recursos financieros y una visión más clara de lo que deseas para tu familia. Con atención médica adecuada, apoyo emocional y una planificación realista, puedes disfrutar de esta etapa con plenitud.
¿Tienes alguna experiencia que compartir? Deja tu comentario y ayuda a otras mujeres a sentirse acompañadas en este camino.
El Bono por Hijo 2025 es una ayuda estatal que se suma a la pensión de mujeres de 65 años o más que son madres, ya sea biológicas o adoptivas. Requiere 20 años de residencia en Chile y cumplir condiciones de pensión. El monto varía según la fecha de nacimiento del hijo, pudiendo superar los $950.000 mensuales. La postulación se realiza vía ChileAtiende, AFP o municipalidades, y el beneficio es irrevocable.