En los últimos años el clima extremo ha dejado su huella en nuestro día a día. Desde lluvias torrenciales hasta fuertes vientos y olas de calor, estos fenómenos pueden afectar la rutina, la salud y la economía. En este artículo te explico de forma sencilla qué produce esos cambios bruscos y qué puedes hacer para estar listo cuando lleguen.
La causa principal está en la interacción entre la atmósfera y los océanos. Cuando la corriente del Pacífico se calienta, aumenta la humedad y aparecen sistemas de baja presión que generan lluvias intensas, especialmente en la zona sur. Por otro lado, el fenómeno El Niño‑La Niña altera las temperaturas del mar y desencadena sequías en el norte y frío extremo en el sur.
Además, el cambio climático acelera estos patrones. Los récords de temperatura se rompen con mayor frecuencia y los eventos extremos duran más tiempo. No es casualidad que veamos incendios forestales más extensos o inundaciones repentinas en la cuenca del Bío‑Bío.
Lo mejor es anticiparse. Suscríbete a las alertas de la Oficina Nacional de Emergencias (ONEMI) y revisa el pronóstico cada mañana. Mantén un kit básico: agua embotellada, alimentos no perecibles, linterna con baterías extra, manta térmica y una radio portátil.
Si vives en zona costera, refuerza las puertas y ventanas antes de la temporada de tormentas. En caso de olas de calor, hidrátate frecuentemente, evita actividades al aire libre entre las 12 y 16 horas y usa ropa ligera.
Para sequías prolongadas, instala sistemas de recolección de agua de lluvia y revisa tus dispositivos de riego para evitar fugas. En áreas propensas a deslizamientos, mantén los desagües limpios y no acumules basura que pueda bloquear el flujo del agua.
Recuerda también cuidar la salud mental. Los eventos extremos pueden generar ansiedad; hablar con familiares o vecinos ayuda a mantener la calma y organizar acciones conjuntas.
En resumen, entender qué genera el clima extremo y adoptar medidas simples en casa puede marcar la diferencia entre una emergencia manejable y un desastre mayor. Mantente informado, prepara tu kit y comparte estos consejos con quien más quieras. Así, todos estaremos listos para enfrentar cualquier cambio brusco del tiempo.
El huracán Rafael ha alcanzado la categoría 2 y se dirige hacia el oeste de Cuba con vientos sostenidos de 160 km/h. El fenómeno climático ya ha provocado apagones y deslizamientos de tierra en Jamaica y se espera que impacte severamente en Cuba, que aún se recupera de un ciclón previo. Las autoridades cubanas alertan a la población sobre medidas de seguridad y evitan desplazamientos innecesarios.