Un triunfo que cambia el ánimo en San Felipe
Pocos apostaban por Unión San Felipe antes del duelo frente a Deportes Temuco. Las estadísticas pesaban en contra: de 24 enfrentamientos, Temuco había ganado la mitad, y San Felipe solo había celebrado una victoria en los últimos seis duelos. Sin embargo, esa noche del 26 de julio de 2025, en un Estadio Municipal encendido por la urgencia, todo cambió. Los locales salieron con determinación y la recompensa llegó en el primer tiempo, cuando lograron anotar el único gol del partido, un tanto que valía mucho más que tres puntos.
Esa anotación temprana fue estratégica. San Felipe, pese a sus dificultades en la temporada, apostó por apretar desde el inicio, y encontrar el gol significó controlar los nervios y manejar el partido desde otra postura. El equipo de Temuco, acostumbrado a dominar el historial directo, esta vez encontró un bloque defensivo infranqueable y un ambiente local difícil de silenciar.

Cifras y rachas: el contexto del duelo
Unión San Felipe llegaba urgido: puesto 14 con solo 16 puntos, rondando zonas de descenso. Temuco, en cambio, era octavo con 23 puntos y una buena racha de victorias recientes. Aunque el visitante tenía un 50% de triunfos en sus últimos seis partidos y había hecho del enfrentamiento directo una tradición favorable, San Felipe traía una estadística menos visible: venía anotando goles en casi todos sus partidos como local y acumulaba dos victorias seguidas, símbolo de una pequeña pero decisiva resurrección.
Al romper la racha negativa ante Temuco, San Felipe no solo sumó su tercera victoria consecutiva; también consiguió algo vital en la parte baja de la tabla: esperanza renovada. Cada punto cuenta en la lucha por no descender y, en una división tan apretada como la Primera B, esos tres puntos valen oro. Ahora, la distancia entre salvar la categoría y la amenaza de descenso parece reducirse, al menos por una semana más.
Para Temuco, el resultado es un paso atrás. Venían escalando posiciones y soñando con las primeras plazas, pero el golpe en San Felipe les obliga a replantear la estrategia y les deja sin margen de error de cara al tramo clave del torneo.
En las próximas fechas, ambos equipos tendrán exámenes complejos. Uno buscará mantener la llamita encendida de la salvación; el otro intentará volver a engancharse a la pelea por el ascenso. Por lo menos por ahora, el respiro es para el Uní Uní, que supo abrazar sus estadísticas positivas en casa y dio vuelta a las predicciones.