Una batalla de goles con sabor peruano
El equipo de Perú llegó al césped italiano con el reto de enfrentar a Corea del Sur en uno de los duelos más intensos que se han visto hasta ahora en la Kings World Cup Nations 2025. El torneo, que se juega con el dinámico formato 7 vs. 7 en partidos de solo 40 minutos divididos en dos tiempos, no dio respiro a los equipos. Todo fue vértigo desde el pitido inicial. El marcador de 4-3 a favor del elenco peruano deja claro que no faltó espectáculo ni emoción hasta el último minuto.
En un contexto donde cada victoria cuenta como oro, Perú supo manejar la presión. Esta edición de la Kings World Cup Nations no solo destaca por la rapidez del juego, sino también por sus reglas progresistas, descartando las tarjetas rojas tradicionales por sanciones temporales o 'sin bin', y permitiendo cambios ilimitados. ¿El resultado? Un partido sin pausas largas, con rotaciones que permitieron ver a casi toda la plantilla en acción y a los jugadores exigirse al máximo físicamente.
Camino hacia los cuartos de final
Con esta victoria, Perú mantiene vivas sus opciones para seguir avanzando en el torneo mundial que se celebra en Italia hasta el 12 de enero, buscando su pase directo a los cuartos de final. El formato da la posibilidad a los equipos de avanzar con dos triunfos en la fase inicial, o de buscar la clasificación en la ronda de 'Last Chance' si logran una victoria y una derrota. Este sistema hace que cada partido sea realmente decisivo y mantenga la tensión alta para plantillas y aficionados.
El ritmo vertiginoso, la aplicación del 'sin bin' —esa sanción temporal que aporta una chispa extra de picante— y la posibilidad de cambios ilimitados son las apuestas de este campeonato para hacer del fútbol 7 una experiencia más electrizante y cercana al aficionado. De hecho, el público en las tribunas y quienes siguen la acción por televisión pudieron ver jugadas de ida y vuelta, goles espectaculares y situaciones en las que la táctica clásica de once contra once simplemente no tiene cabida.
Ahora la selección peruana deberá enfrentar el siguiente partido con la moral por las nubes, pero sin perder la concentración. La final será el 12 de enero en el Allianz Stadium de Turín, y todos sueñan con llegar hasta allí. Por lo pronto, este triunfo deja abiertas todas las posibilidades de ilusionarse con lo que viene, en un torneo que desde ya ha roto los esquemas tradicionales y muestra una nueva cara del fútbol internacional.