Barcelona impone su ley en Corea: victoria sin fisuras ante Daegu
No todos los veranos regalan partidos que valgan la pena en plena pretemporada, pero el Barcelona decidió poner toda la carne en el asador en su última parada asiática. Un 5-0 rotundo frente al Daegu FC en la ciudad surcoreana dejó a los aficionados locales boquiabiertos y, sobre todo, mandó un mensaje fuerte al resto de equipos grandes: el Barça llega encendido al arranque oficial.
Desde el pitido inicial se notó quién era el dueño del balón. El Daegu apenas vio la pelota en la primera media hora y los de Hansi Flick no necesitaron apretar el acelerador para demostrar por qué siguen siendo uno de los conjuntos más temidos del continente europeo. En el minuto 21, Gavi rompió el hielo tras una gran jugada colectiva que terminó con un remate seco desde fuera del área. Si alguien dudaba de su meteórico crecimiento, sólo tuvo que ver ese gol y su movilidad exuberante para entender por qué los culés lo consideran intocable.
La fiesta ofensiva azulgrana no tardó en subir de temperatura. Robert Lewandowski, el ‘nueve’ del equipo, volvió a hacer de las suyas y poco después del primer tanto amplió el marcador, confirmando que la pólvora no se le ha mojado ni por el largo viaje ni por el exigente verano. Fue su tercer gol en esta gira asiática, incluso sonrió tras el tanto, saboreando el aplauso de la grada coreana.
Rashford se estrena y la juventud deslumbra
Pero el momento que terminó acaparando portadas fue el estreno de Marcus Rashford. El inglés, con una enorme expectación encima, sólo necesitó unos minutos para demostrar que puede ser el revulsivo ofensivo que necesitaba el entrenador. Se le vio con hambre, participativo y, cuando se le presentó la oportunidad, fusiló al portero coreano con una definición de manual. Primera aparición, primer gol y sonrisa gigante de Flick en el banquillo.
Además de los consagrados, el técnico alemán apostó fuerte por la juventud. Alejandro Balde, cada vez más asentado en su papel de carrilero, firmó su propio tanto con una internada explosiva por la banda izquierda. Y hubo aplausos especiales para Danny Almo, de apenas 17 años, al que le bastaron unos minutos para provocar peligro y dejar un pase de gol. Los experimentados Gundogan y Pedri no se quedaron al margen, controlando el centro del campo con una autoridad que los coreanos no lograron descifrar.
El pitido final dejó la sensación de que el Barcelona encara la temporada listo para pelearlo todo. Tres partidos ganados, portería a cero y una mezcla ilusionante de experiencia y juventud. Para los aficionados, pocos regalos mejores que ver a una plantilla convencida y sonriente antes de los partidos ‘serios’ que vendrán en agosto y septiembre.
Jose Ramos
agosto 6, 2025 AT 18:49¡Qué locura ver a Rashford así de rápido! No lo esperaba, pero ese gol fue pura química. El tipo tiene hambre, y eso se nota. El Barça no solo ganó, sino que volvió a encender la llama.
¡Esto sí que es pretemporada! ¡Gracias por el show, chicos!
Ian Yon Yon
agosto 8, 2025 AT 04:09La precisión táctica del Barça fue impecable. Gavi, con ese movimiento de apoyo y el remate de media vuelta, demostró por qué es el futuro del club. Y Lewandowski, como siempre, no necesita más que una oportunidad para convertirla en historia.
El equipo juega con inteligencia, no solo con talento. Eso es lo que hace la diferencia.
Carlos Jara
agosto 8, 2025 AT 06:12Me pregunto si realmente entendemos lo que estamos viendo. No es solo un 5-0, es un mensaje: el fútbol ya no es solo sobre goles, es sobre ritmo, presión y colectividad. El Daegu no perdió por falta de esfuerzo, sino porque el Barça jugó en otra dimensión.
¿Cuántos equipos del mundo podrían hacer lo mismo en un estadio lleno de gritos y calor asiático? Pocos. Muy pocos.
María Paz Vallejos Manríquez
agosto 9, 2025 AT 21:07¡Viva el Barça! ¡Chile se siente orgulloso de ver a nuestros ídolos jugar así! ¡Qué clase de equipo, qué clase de jugadores! ¡Y ese Rashford, qué pinta tiene! ¡Me encanta ver a los europeos rendirse ante nuestra pasión!
Juan Pablo Bahamonde
agosto 11, 2025 AT 13:47Eduardo Olguin
agosto 13, 2025 AT 06:37El nivel de juego fue espectacular, pero no hay que exagerar. Es un amistoso. El Daegu no es rival de élite. Pero sí, el equipo parece en forma, y eso es lo importante.
El verdadero test será contra el Atlético o el Real Madrid. Hasta entonces, disfrutemos, pero sin ilusiones excesivas.
Sebastian Contreras Castro
agosto 14, 2025 AT 19:15Lorena Mancilla
agosto 15, 2025 AT 16:27Me encantó ver a Danny Almo. Solo tenía 17 años y ya tenía esa mirada… la de quien sabe que pertenece ahí. Me dio emoción, la verdad.
Y Balde, qué velocidad. Parecía un rayo. No sé si lo notaron, pero en el segundo gol, cuando se fue por la banda, el público coreano se paró como si fuera una final.
Esos detalles… esos son los que te hacen creer en el fútbol otra vez.
Luifelipe Briones
agosto 16, 2025 AT 07:56¡Qué poesía futbolística! El Barça no juega, baila. Gavi es un flamenco con botas, Lewandowski un toro que canta, Rashford un río que se estrella en la portería.
Y ese Balde, ¡qué color! Como un mural de Frida Kahlo corriendo por el lateral.
En Corea, el fútbol se volvió arte. Y el Daegu, sin querer, fue el lienzo. No ganaron, pero vieron lo que el mundo perdió: la magia.
¡Qué lindo es ver cómo el balón no es solo un objeto, es un susurro entre generaciones!
Cristián Gutiérrez Rosales
agosto 16, 2025 AT 18:39Victor Gonzalez
agosto 18, 2025 AT 02:21Lo que más me emocionó no fue el marcador, sino la manera en que el equipo se movía. No solo pasaban el balón, lo transformaban. Cada pase tenía intención, cada corrida tenía propósito. Pedri y Gundogan no solo controlaban el centro, lo habitaban. Y eso no se enseña en los entrenamientos, se vive.
La juventud no está reemplazando a los veteranos, está dialogando con ellos. Y ese diálogo es lo que hace que el fútbol siga vivo. No es solo táctica, es alma.
Y cuando ves a un chico de 17 años, con una camiseta demasiado grande, hacer un pase que ni siquiera lo esperaba, y todo el estadio se levanta como si hubiera ganado la Champions… eso no se olvida.
Esos son los momentos que te recuerdan por qué empezaste a amar este deporte. No por los títulos, sino por la emoción pura, sin filtros, sin máscaras.
El Barça no ganó un partido. Nos regaló una lección de vida. Y eso, amigos, es más valioso que cualquier trofeo.
Victor Venegas
agosto 18, 2025 AT 20:56Espero que este sea el comienzo de algo más grande. No solo por los goles, sino por cómo el equipo se cuida entre sí. Flick no solo entrena, enseña. Y cuando un chico como Danny Almo, que ni siquiera tenía contrato firme hace un mes, entra y genera peligro sin miedo… eso no es suerte, es cultura.
El Barça no es solo un club, es una escuela. Y hoy, en Corea, enseñó que el talento no se compra, se cultiva.
Y si los jóvenes siguen viendo esto y creen que pueden ser parte de algo así… entonces este 5-0 no fue un partido. Fue un sembrado.
Gracias por recordarnos que el fútbol, al final, es sobre esperanza.
Y la esperanza, aunque sea en un estadio en Asia, siempre tiene nombre, y a veces, tiene 17 años.