La exigencia integral de Marcelo Bielsa
En una entrevista para France Football, Federico Valverde desglosó la metodología del entrenador uruguayo, describiéndola como una "mirada distinta" del fútbol. Según el mediocampista de 26 años, el entrenamiento bajo Bielsa implica sesiones que agotan tanto el cuerpo como la mente: "Con él trabajas mucho más, físicamente te mata y mentalmente también, pero al final paga en los partidos".
Esta intensidad se traduce en una preparación basada en el pressing alto, la recuperación rápida y una disciplina táctica que no deja margen para la improvisación. Bielsa exige que cada jugador entienda el plan de juego al milímetro, lo que obliga a los técnicos a invertir tiempo adicional en análisis de vídeo y ejercicios de adaptación situacional.
Valverde recordó también la influencia de otros grandes entrenadores con los que ha trabajado en el Real Madrid, como Zidane y Ancelotti, pero enfatizó que los principios básicos de Bielsa –presión, movimiento constante y compromiso total– son universales y, en su opinión, superan a cualquier estilo individual.

El número ocho como eje de la versatilidad táctica
El número ocho, tradicionalmente considerado el corazón del centro del campo, ha cobrado una nueva dimensión bajo la dirección de Bielsa. El entrenador lo concibe como un jugador capaz de alternar entre tareas defensivas y creativas, de cubrir grandes distancias y de aportar velocidad en los ataques. Valverde ha vivido esa transición en primera persona, pasando de ser un mediocampista más estático a un versatilidad que le permite influir en todas las fases del juego.
Este proceso de transformación no se limita a Valverde. Varios uruguayos han experimentado cambios similares: algunos han pasado de ser extremos a interiores, mientras que otros han descubierto una nueva faceta como mediocentros defensivos. Un caso destacado es el de un jugador que, tras una reeducación táctica en la liga portuguesa, duplicó su valor de mercado gracias a su capacidad de desempeñarse en ambas bandas y en el centro.
La clave, según Valverde, está en el entrenamiento de la resistencia mental: "Ese deseo de presionar, de hacerlo todo con intensidad, esa locura que te agota psicológicamente, pero que te devuelve satisfacción en el campo". La filosofía de Bielsa, por tanto, se basa en convertir esa presión en una ventaja competitiva, creando equipos que pueden mantener un ritmo alto durante los 90 minutos.
Además, la visión de Bielsa ha influido en la manera en que los clubes europeos buscan fichar jugadores. La demanda de perfiles polivalentes ha aumentado, y los directores deportivos ya no se fijan únicamente en la técnica individual, sino en la capacidad de adaptarse a diferentes sistemas sin perder rendimiento.
En resumen, la entrevista de Valverde no solo sirve como testimonio de la dureza del método de Bielsa, sino que también refleja una transformación estructural del fútbol moderno: la combinación de exigencia física, mental y táctica para crear jugadores que son, literalmente, piezas clave en varios planos del juego.